Irene Jiménez Capín, Profesora y Bailarina de Danza Oriental
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales.
Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas.
Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acercan, se enciende.
Fragmento de "El Mundo" de El Libro de los Abrazos de Eduardo Galeano.
La danza está llena de fuegos, locos, grandes, pequeños, de colores, igual que las personas, mi danza quizás esté llena de emociones, de deseos y sueños, de amores y anhelos.
Durante los mas de 9 años que llevo en la Danza Oriental, he podido aprender y disfrutar de bailarinas como Soraya (Silvia) mi primera profesora, una bailarina dulce que me enseñó la técnica y que hizo que me entusiasmara y siguiera aprendiendo, también conocí a Laila, poco tiempo, pero suficiente para admirarla, y por último, mi maestra actual, Cristiane Azem, a la que admiro, quiero y sobre todo agradezco el haberme abierto a una dimensión de la danza que nunca había tenido, y que ha hecho que sacara de mí lo mejor.
Desde siempre, la Danza Oriental me había atraído, quizás es que soy una "enamorada" de lo árabe, pues la danza y mi estudios de Filología Árabe fueron creando en mí una visión propia de lo que esta dimensión supone. Y lo que comenzó siendo algo de mi tiempo libre, terminó siendo parte fundamental de mi vida, ahora, sin la danza, no sería yo.
Compañía AQMARA: en construcción
Quiero agradecer a toda mi familia el apoyo incondicional durante estos años, mis primeros vestidos, los primeros aplausos, TODO! nada sería posible sin ellos.
Y que la danza me acompañe siempre!
Durante los mas de 9 años que llevo en la Danza Oriental, he podido aprender y disfrutar de bailarinas como Soraya (Silvia) mi primera profesora, una bailarina dulce que me enseñó la técnica y que hizo que me entusiasmara y siguiera aprendiendo, también conocí a Laila, poco tiempo, pero suficiente para admirarla, y por último, mi maestra actual, Cristiane Azem, a la que admiro, quiero y sobre todo agradezco el haberme abierto a una dimensión de la danza que nunca había tenido, y que ha hecho que sacara de mí lo mejor.
Desde siempre, la Danza Oriental me había atraído, quizás es que soy una "enamorada" de lo árabe, pues la danza y mi estudios de Filología Árabe fueron creando en mí una visión propia de lo que esta dimensión supone. Y lo que comenzó siendo algo de mi tiempo libre, terminó siendo parte fundamental de mi vida, ahora, sin la danza, no sería yo.
Compañía AQMARA: en construcción
Quiero agradecer a toda mi familia el apoyo incondicional durante estos años, mis primeros vestidos, los primeros aplausos, TODO! nada sería posible sin ellos.
Y que la danza me acompañe siempre!